Un año más, los trabajadores municipales de Badalona se ven afectados por las altas temperaturas en al menos una decena de infraestructuras de la ciudad, lo que incumple la normativa de prevención de riesgos laborales. Esta situación, que afecta a aproximadamente 600 empleados de la administración local, evidencia la falta de inversión en nuevos sistemas de climatización y el abandono de las políticas de bienestar laboral por parte de las autoridades.
La ciudad de Badalona enfrenta un problema crónico de mantenimiento que perjudica a equipamientos públicos como oficinas, escuelas, polideportivos, bibliotecas, piscinas e incluso la comisaría de la Guardia Urbana. Ante esta situación, los sindicatos locales han denunciado la gravedad del problema ante la Inspección de Trabajo, exigiendo un plan de choque con soluciones urgentes.
El Ayuntamiento de Badalona ha iniciado una auditoría para conocer la situación exacta de estos edificios y solucionar las carencias detectadas. Sin embargo, las reparaciones realizadas hasta ahora han sido insuficientes y temporales, lo que demuestra la falta de compromiso real con la salud de los trabajadores y la calidad de los servicios públicos.
Además, el consistorio badalonés no ha ejecutado las actuaciones completas propuestas por el Plan Local de Adaptación al Cambio Climático (PLACC), lo que evidencia la falta de interés en abordar de manera integral y sostenible los problemas derivados del calentamiento global. La única medida adoptada ha sido la inclusión del parque de Can Solei i Ca l’Arnús en la red intermunicipal de refugios climáticos, un espacio insuficiente para la población de la ciudad.
La falta de inversión en infraestructuras adecuadas y la inacción ante la crisis climática contrasta con el avance de otras localidades cercanas, como Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet o Tiana, que han implementado medidas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y adaptarse al cambio climático.
La situación en Badalona es especialmente preocupante si se tiene en cuenta el aumento de la pobreza energética en Catalunya, que ha duplicado en los últimos dos años. Las familias que no pueden costear el uso de calefacción o ventilación necesitan de refugios climáticos adecuados, pero en Badalona estos espacios solo alcanzan al 18,7% de la población más vulnerable.
Ante la falta de respuesta efectiva por parte del Ayuntamiento, los sindicatos y organizaciones ciudadanas exigen medidas urgentes y extraordinarias para garantizar el bienestar laboral de la plantilla municipal y la adecuada provisión de servicios a la población. La inoperancia municipal en materia de climatización no solo afecta a los trabajadores, sino también a los usuarios de equipamientos públicos como bibliotecas, que ven mermada su calidad de vida y su acceso a servicios básicos.
Es necesario que el gobierno municipal de Badalona asuma su responsabilidad y aborde de manera definitiva las deficiencias en infraestructuras y climatización, invirtiendo en soluciones sostenibles y eficientes que garanticen el bienestar de sus ciudadanos y trabajadores. Además, es fundamental impulsar medidas de renaturalización y urbanismo verde para combatir los efectos del cambio climático y mejorar la salud de las personas ante futuras olas de calor.