El negacionismo climático de Vox no es un fenómeno nuevo, pero desde el 28 de mayo se ha convertido en una realidad preocupante en muchos lugares de España, donde la extrema derecha ha llegado a formar parte del gobierno de diferentes municipios de la mano del Partido Popular. Esta situación ha llevado a que parte de sus políticas se enfoquen en obviar el problema de la crisis climática, a la que ellos llaman “fanatismo climático”.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es consciente de esta problemática y ha tenido que enfrentarse a insultos y acoso por parte de aquellos que promueven teorías negacionistas y conspiranoicas sobre el clima. Para combatir estas teorías, los trabajadores de la AEMET hacen un esfuerzo extra y ponen empeño en desmentir los argumentos negacionistas también en redes sociales.
Un ejemplo reciente de esta situación es la respuesta de la AEMET a Luis Gestoso, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Murcia y exdiputado en el Congreso, quien compartía datos erróneos en Twitter sobre las temperaturas en España. La AEMET ha contestado a su publicación, adjuntando la tabla en la que se ve la evolución de la temperatura media en España desde 1961, demostrando que la temperatura media anual ha ascendido 1.48 °C entre 1961 y 2022.
Esta negación de la realidad climática por parte de Vox y sus seguidores no solo es irresponsable, sino que también es peligrosa para el medio ambiente y la sociedad en general. Al negar la existencia del cambio climático y sus consecuencias, se obstaculiza la adopción de medidas necesarias para combatirlo y proteger nuestro planeta.
Las políticas de derechas, conservadoras, liberales, neoliberales y neoconservadoras han demostrado en numerosas ocasiones su falta de compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Estas posturas, que priorizan el beneficio económico a corto plazo por encima del bienestar de las generaciones futuras, son un obstáculo para la adopción de medidas efectivas en la lucha contra la crisis climática.
Es fundamental que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la importancia de combatir el cambio climático y sus consecuencias, y no permita que las teorías negacionistas y conspiranoicas se conviertan en políticas públicas. La lucha contra el cambio climático es una responsabilidad de todos, y no podemos permitir que intereses políticos y económicos nos impidan proteger nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.